sábado, 9 de abril de 2016

Derivación ambiental de la discapacidad intelectual.

Derivación ambiental de la discapacidad intelectual.  

 

La discapacidad intelectual cuya etiología no viene determinada por factores biológicos, suelen asociarse a distintos tipos de deprivación psicológica, social y lingüística. 

La hipótesis de la «de privación sociocultural» (Deutsch, 1967) sostiene que las deficiencias cognitivas y verbales que presentan las minorías raciales y los sectores sociales empobrecidos tienen su origen en los déficits ambientales durante la primera infancia. La marginación y la pobreza por sí solas no son causas de déficits cognitivos y bajo rendimiento escolar, pero sí las circunstancias que las acompañan como la mala salud, la deficiente crianza infantil, la falta de estímulos adecuados y la sensación general de desamparo. Investigaciones realizadas confirman la hipótesis de que la discapacidad intelectual es una progresión intergeneracional en la que las deficiencias de estimulación social y educativa se transmiten durante la infancia a los niños que proceden de entornos con estatus socioeconómico desfavorecido.

Los factores que determinan la discapacidad intelectual de origen ambiental o psicosocial (según Greenwood, Hart, Walker y Risley, 1994) son: 
  • Escasos cuidados de los progenitores, que ocasionan un bajo desarrollo del vocabulario durante la primera infancia.
  • Prácticas educativas que generan pocos hábitos de estudio durante los años que dura el aprendizaje. 
  • Bajo nivel de rendimiento escolar, fracaso y abandono precoz. 
  • Descendencia propia y repetición del mismo patrón en la generación siguiente. 

Esta hipótesis ha sido apoyada por McDermott (1994) quien señala que «un amplio porcentaje de los casos de discapacidad intelectual se deben a causas ambientales, y sobre todo a condiciones desfavorables durante los primeros años de vida». 

Por otro lado, Grossman (1983) señala que un ambiente estimulador puede compensar tempranos déficits de organismos inmaduros; para niños deprivados, el impacto de factores biológicos y sociales es aditivo. 

Investigaciones actuales demuestran con claridad que los efectos de la deprivación sociocultural pueden ser modificados y compensados, en gran parte, por medio de programas de enriquecimiento cognitivo (Feuerstein y cois. 1980; Zigler y Styfco, 1995).

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