Hemorragia intracraneal.
La hemorragia dentro o alrededor del cerebro es un cuadro muy grave en el RN, especialmente en el prematuro. us causas más importantes son la hipoxia-isquemia y las presiones ejercidas sobre la cabeza durante el parto.
La presencia de la matriz germinal (una masa de células embrionarias situada sobre el núcleo caudado y que sólo existe en el feto) facilita la hemorragia. La extravasación sanguínea puede producirse en varios espacios relacionados con el SNC. Las hemorragias pequeñas en el espacio subaracnoideo, la hoz del cerebro o el tentorio son hallazgos incidentales frecuentes en las autopsias de RN. Las hemorragias de mayor entidad en los espacios sub-aracnoideo o subdural, en el encéfalo o en los ventrículos son menos frecuentes pero más graves.
- Hemorragia subaracnoidea: Es, probablemente, el tipo más frecuente de hemorragia intracraneal. Las hemorragias subaracnoideas pueden manifestarse con apnea, convulsiones, letargia o hallazgos anormales en la exploración neurológica. Cuando la hemorragia es importante, la inflamación meníngea asociada puede dar lugar a una hidrocefalia comunicante cuando el niño crece.
- Hemorragia subdural: Se debe a desgarros en la hoz del cerebro, la tienda del cerebelo o las venas comunicantes. Estos desgarros son más frecuentes en hijos de primíparas, en los fetos grandes y en los partos difíciles. Todas estas circunstancias pueden provocar presiones no habituales en los vasos sanguíneos intracraneales. Los síntomas de presentación consisten en convulsiones, un aumento rápido del perímetro cefálico o una exploración neurológica anormal con hipotonía, un reflejo de Moro anormal o amplias hemorragias retinianas.
- Hemorragia intraventricular, intraparenquimatosa o de ambas localizaciones: Las hemorragias en el interior de los ventrículos o en el parénquima suele producirse durante los 3 primeros días de vida y constituyen el tipo más grave de hemorragia intracraneal. Son más frecuentes en los prematuros, afectando generalmente a la matriz germinal que se encuentra sobre la cara lateral de los ventrículos laterales. Es frecuente que las hemorragias intraventricular y subaracnoidea vayan precedidas de episodios de hipoxia-isquemia. Esta última lesiona el endotelio capilar, altera la autorregulación vascular cerebral y puede aumentar el flujo sanguíneo y la presión venosa cerebrales, todo lo cual facilita la hemorragia. La mayoría de las hemorragias intraventriculares son asintomáticas, pero las más importantes pueden dar lugar a apnea, cianosis o un colapso súbito.
- Alrededor del 20% de los RN prematuros de menos de 1.500 g sufren hemorragias intracraneales.
El pronóstico de RN con hemorragia subaracnoideas es, en general, bueno. En los casos de hemorragia subdural, el pronóstico es reservado, aunque algunos de ellos evolucionan bien. La mayoría de los niños con hemorragias intraventriculares pequeñas sobreviven al episodio agudo y evolucionan bien. Los niños con grandes hemorragias intraventriculares tienen mal pronóstico, sobre todo cuando la hemorragia afecta al parénquima. Muchos quedan con déficit neurológicos de magnitud variable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario